jueves, 12 de enero de 2017

Algunas sensaciones después del 11 de enero

El fiscal del TSJ en el juicio por el primer ERE de RTVV puso el listón muy alto. Su encendida actuación final puede que hiciera pensar a muchos que ayer saldríamos de la Audiencia Nacional con la nulidad en la mano, pero sabíamos que no iba a ser tan fácil. Algún artículo publicado hoy poniendo el acento en la declaración del fiscal de la AN ha contribuido a que se dé una versión algo pesimista sobre el juicio de ayer que queremos aclarar.
Para nosotros todo sigue igual, seguimos creyendo que la nulidad es posible después de la vista. No vamos ahora a hacer valoraciones sobre lo que pasó. Es muy difícil valorar un juicio de este tipo, por eso nos extrañan algunas de las que se ha atrevido a hacer algún diario, algunas conclusiones que se han sacado precisamente de la declaración del fiscal, a la que se ha dado demasiada importancia, según nuestro punto de vista.
Cuando el fiscal, Benito Egido, expresó sus dudas sobre la posible inconstitucionalidad de la ley de cierre, que algunos titulan “entierra la opción de la readmisión de los exempleados”, nosotros vemos que lo que hace es descartar la posibilidad de que el juez Bodas se vea en la obligación de pedirla, lo que hubiera retrasado la resolución de la sentencia.
El fiscal Egido también dijo algo que ha pasado desapercibido y que consideramos importante cuando se preguntó “si se optó por el camino correcto en la extinción de los contratos”, algo que es precisamente en lo que nos basamos para pedir la nulidad del proceso.
Por eso, sin entrar a valorar en profundidad el juicio, queremos afirmar que para nosotros nada ha cambiado. Seguimos pensando que la nulidad es posible y que puede serlo sin entrar a discutir el tema de la constitucionalidad, un tema que en caso de sentencia ajustada a derecho o improcedencia se podría utilizar, aunque el proceso se alargara.
Tiempo tendremos de ver qué puede pasar y qué hacer en cada momento, como hemos hecho siempre, pero queríamos aclarar este punto porque parece que da por sentado algo que de ningún modo está tan claro.
Insistimos: puede pasar de todo. Sólo podemos hablar de las impresiones que sacamos de la celebración del juicio y aunque es verdad que de un juicio de este tipo es muy difícil extraer conclusiones hasta que no conozcamos la sentencia, las sensaciones fueron buenas. Nuestro abogado expuso, pensamos que brillantemente, todas las ideas que habíamos estado trabajando durante estos meses. La otra parte también lo hizo, aunque utilizando para ello argucias y no dudando en mentir o recurrir al famoso “no me consta” o “no sé nada de eso”.
Creemos que cumplimos nuestro trabajo y ahora sólo cabe esperar. La única impresión que vale es la que sacó el juez Bodas y para saberla deberemos esperar aproximadamente unos 20 días.
Si la sentencia es de nulidad estaremos contentos, aunque aún nos quedará camino por recorrer. Pero si es de improcedencia o ajustada a derecho también lo habrá, aunque éste será más largo. En este caso seguiríamos luchando con más fuerza si cabe, pero confiemos en la justicia porque sabemos que tenemos razón, así que ánimo y adelante. Hay que tener la cabeza muy alta y estar orgullosos de lo que hemos hecho hasta ahora entre todos.
Sólo nos queda agradecer el apoyo recibido el pasado miércoles 11 de enero. A los compañeros y trabajadores de RTVV que se desplazaron a Madrid para empujarnos con sus gritos de ánimo, a las secciones sindicales de CGT en otras televisiones que estaban ahí y a miembros de los Comités de esas mismas televisiones de otros sindicatos… muchas gracias por vuestro apoyo. Es más fácil seguir luchando sabiendo que estáis ahí.
Salud y a por ellos!

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