En Radiotelevisió Valenciana (RTVV) la dirección acaba de sancionar con dos meses de empleo y sueldo a 48 de mis compañeros por haber vulnerado, dicen, el derecho a la información y por menoscabar la imagen de la empresa. Increíble. Es como si lo el conductor de un autobús que ha quemado su motor, ha destrozado el vehículo y ha ido a París en lugar de a Roma culpabilizara y sancionara a sus pasajeros y él siguiera al mando de la nave.
El motivo de la sanción es la entrada en un plató de informativos el pasado 16 de julio en protesta por el Expediente de Regulación de Empleo (ERE) que la dirección había dado a conocer parcialmente aquel día. Un ERE que deja en la calle a 1198 trabajadores de los casi 1700 existentes.
La dirección alega en la explicación de las sanciones que con sus protestas los trabajadores afectados vulneraron el derecho a la información constitucionalmente reconocido (no se pudo emitir el informativo de las 14 horas del 16 de julio) y menoscabaron la imagen de la empresa. Son igual de sádicos que de cínicos. Hablan de "delito" de vulneración del derecho a la información los que basan su trabajo precisamente en ello, en asegurar que el interés político del PP y del gobierno de Alberto Fabra pase siempre por delante del derecho a la información de los ciudadanos. Llevan, con relevos en los despachos, 17 años haciéndolo. Evitar la emisión de un informativo de Canal 9, por duro que suene, se tendría que valorar en favor del derecho a la información ya que sus contenidos están tan manipulados que una pantalla en negro mejora el producto, en tanto que, al menos, no aporta desinformación. Eso que se gana. En cuanto a la imagen de la empresa, menoscabarla es imposible, los propios directivos la han llevado tan bajo que ir más allá no se puede.
Los sancionados representan lo mejor de la casa y les han castigado precisamente por ser los mejores: por dar la cara, por ser solidarios, por no pensar solo en ellos, por creerse de verdad el servicio a los ciudadanos. En una empresa llena de pelotas, lameculos, correveidiles y tramposos, pagan los buenos.Los han sancionado un grupo de verdugos disfrazados de directivos. No es un solo, son varios. La lista la encabeza el director general José López Jaraba, que ahora, con la carnicería hecha, dejará su poltorna a la "inmanculada" nueva directora general Rosa Vidal que llegará diciendo que ella no sabe nada de lo pasado. Al nombre de Jaraba le siguen el del secretario general, Juan Prefaci, la subdirectora de recursos humanos, Noelia Estarlich, y una recua de mercenarios y chivatos que casi haría interminable la enumeración. Ellos respresentan justo lo contrario que sus víctimas: son un ejemplo de pésimos profesionales de una empresa pública a los que el servicio a los ciudadanos les importa una higa. Solo hay que ver los contenidos de Canal 9 y Ràdio 9 para darse cuenta de ello. En diez minutos de informativos están todos los adjetivos que he utilizado. Ellos son los que han arruinado RTVV, ellos se han cargado el prestigio social de la empresa, ellos han manipulado, engañado, perseguido, represaliado y manoseado hasta el abuso el servicio público que tenía que ser nuestra empresa. Pero ahora, ellos nos despiden a todos y ellos se quedan. Los directivos se han colocado fuera del ERE. Genial, ¿verdad?
Una cosa sí quiero añadir, la aplicación efectiva de estas sanciones hace especialmente dolorosa la reciente renovación del Consejo de Admnistración de RTVV y su dirección general. La participación en el proceso de los grupos políticos de la oposición, y que los propios trabajadores no hubiéramos defendido que se vinculara la votación a la resolución de estos expedientes, fue un inmenso error.
En todo caso, y porque los conozco, sé que ni Begoña, ni Vicente, ni José Luis, ni Natxo, ni Maria Josep, ni Salut, ni Vicent, ni Agustín, ni María José, ni ningún otro de los 48 sancionados se merecen por lo que están pasando. A punto de quedarse sin trabajo y ahora, encima, dos meses sin cobrar. Dos meses de empleo y sueldo por se gente comprometida, por defender una empresa de todos y el puesto de trabajo propio. Ese es el delito de los sancionados. Lo pagaran viéndose en dificultades para pagar hipotecas, para ir a comprar lo que han de comer, para poner gasolina o para vestir a sus hijos o cuidar a sus padres.
Los directivos de RTVV están llevando a la gente contra las cuerdas, todo tiene un límite. Parece que estén buscando que, como en el caso de los desahucios, acaben pasando cosas irreparables. Sea como sea, de lo que pueda pasar y de lo que ya ha pasado, el principal responsable tiene nombre y apellidos y no es otro que Alberto Fabra Part, el president de la Generalitat. Acabará pagando.
Gracias por tu apoyo. Estos 6o días van a ser duros pero mis hijos tienen derecho a vivir en un mundo mejor y su padre va a hacer lo posible. Si miramos para otro lado ante la injusticia también somos responsables. JCGN
ResponderEliminarGràcies, company. Seran 2 mesos durs, jo també tinc fills, però no canviaria gens d'aquell dia, mai. Si es tornara a repetir deu mil vegades, deu mil vegades faria el mateix. És el millor record que em porte d'esta empresa.
ResponderEliminarBuena descripción Juliá, con el tiempo muchas se sabrán, y ánimo compañeros, me alegro por una parte que sean 2 meses y que no sean despidos, pues algunos ex y directivos fueron a esa empresa a "limpiarla", pero lo que estan haciendo es barrerla a la basura, cuando además son cómplices de haber colaborado con gansters.
ResponderEliminarLuis Sabater Balaguer