Lejos de su despacho de la 4ª planta o de su mesa preferida en cafetería donde controlaba todo lo que pasaba en el centro de Burjassot, Vicente Sanz no se encuentra tan seguro. Por eso ha acudido a declarar al Juzgado de Paterna acompañado de dos guardaespaldas, dos armarios 2 x 2 de gimnasio que a la salida han huído a toda prisa en un vehículo oficial de la Policía Autonómica. De confirmarse que no son policías estaríamos una vez más ante un abuso (¿el último?) del que fuera omnipresente directivo de RTVV.
La casualidad ha querido que esta comparecencia coincidiera con el inicio del juicio a Carlos Fabra, el espejo en que sin duda Sanz quiere mirarse, aunque esperemos que no se le permita demorar durante el mismo tiempo que aquel el juicio por acoso sexual a tres trabajadoras de RTVV.
De su declaración ante el juez, poco que decir. Ha llegado antes de tiempo para evitar encontrarse con el centenar de trabajadores que le esperaban a la puerta, no ha reconocido los hechos y se ha declarado inocente. Ahora sólo queda esperar que los pocos trámites que quedan por realizar se hagan cuanto antes y se celebre pronto el juicio que castigue a este sátrapa que ha escrito algunas de las páginas más negras de la historia de nuestra empresa.
Vídeo de Carlos López Gay
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