Temblad: Villaescusa vuelve a escribir

José Vicente Villaescusa, el exdirector genral de Radiotelevisión Valenciana, parece que tiene mucho tiempo libre. Desde su plaza de Técnico Superior del Área de Cultura del Consejo de Administración (ahí es nada el nombre) y no sabemos si desde su despacho en Burjassot y en horario de trabajo, nos amenaza cada jueves con su columna en Levante-emv. El artículo de esta semana lleva por título "En el borde de Europa" y como el de la semana anterior no hay por donde cogerlo. Se limita a dar una serie de datos y citas para intentar demostrarnos su erudición (de ahí el cargo que tiene de largo nombre...) para dar vueltas y vueltas sin decir nada.

José Vicente Villaescusa era director general cuando el Partido Popular hizo aquel intento de privatizar la Radio y la Televisión pública valenciana quee los tribunales pararon. Él ha sido, no lo olvidemos, junto a Sánchez Carrascosa, Bayona, Pedro García, López Jaraba y tantos otros uno de los nefastos gestores que han llevado a este empresa a la deuda acumulada de 1.200 millones de euros desde el año 1.995.

Ahora que soplan malos tiempos para la Radiotelevisión Pública quizás sea hora de exigir responsabilidades a todos aquellos que por acción u omisión han contribuido a que estemos donde estamos. Es vergonzoso que quienes han contribuido a hundir la empresa, ocupen su tiempo (pagado con el dinero de todos) dando lecciones de culturilla.

Villaescusa fué escondido como director en el "Proyecto del Museo del Siglo XIX" después de ser el director general que firmó de su puño y letra el decreto para privatizar RTVV y que paralizaron los tribunales. Después, cuando pasó la tormenta, volvió a esa plaza de tan rimbombante nombre al Centro de Producción de Burjassot, pero poco se le ve por la casa. Sabemos de su existencia porque desde hace algunas semanas, escribe cosas como ésta. Le sugerimos al Técnico de Cultura que para las próximas colaboraciones escriba algo sobre la privatización de los medios de comunicación, cómo tirar a 1.000 trabajadores sin perder la sonrisa o, el más interesante, cómo hacer desaparecer en 16 años 1.200 millones de euros y dejarse de pedanterías como las que escribe.

Tiempo libre y conocimiento sobre los temas que le proponemos seguro que sí que tiene y si le surge alguna duda, puede preguntarle a los que le sustituyeron.